La imagen de Jesús Nazareno, tras la adecuación que en 1981 realizó Rafael Barbero en la imagen, se encuentra bastante modificada. En el proceso de restauración se sustituyó el antiguo cuerpo articulable por otro de mayores dimensiones y se eliminó gran parte de la cabeza, conservándose únicamente como elementos antiguos la mascarilla del rostro y manos. Antes de la intervención efectuada el trazado del Nazareno respondía a caracteres propios de la imaginería sevillana del segundo tercio del S. XVII.
Según acuerdo de cabildo, en 1947 se dotó al paso de respiraderos, por lo que las antiguas andas de madera labrada y dorada de estilo barroco sevillano en las que procesionó Ntro. Padre Jesús desde su adquisición en 1792, comenzaron a utilizarse como canastilla. En 1985 con motivo de la incorporación del nueva imagen de Simón de Cirene tallada por Rafael Barbero se ampliaron sus parihuelas con la consiguiente incorporación de todos sus demás elementos.
Sobre los respiraderos ornamentados con los motivos de la pasión destaca en el frontal las cinco cruces de Jerusalén en alusión a sus orígenes. Alumbran el paso seis magníficos candelabros de guardabrisas estrenados en 1.965. Escoltan los laterales cuatro guardabrisones sobre las mismas parihuelas, junto a la canastilla.
La imagen de la Virgen es una talla de candelero propia de la época en la que empieza a extenderse la corriente de los Siervos de María por los pueblos de la provincia (2ª mitad del S. XVIII), en cuya mascarilla figura una inscripción en la que se cita que fue hecha en 1758 por Diego Roldan.
Porta en su pecho el corazón atravesado por siete puñales alusivo a la Orden y en su mano izquierda los escapularios de la O.S.M. de oro y perlas.
A finales de los años ochenta fue sometida a restauración por parte de Isaac Navarrete y Rosario Martínez.
Su paso está formado por palio en terciopelo azul marino, bordado en oro con calado de malla realizado en los talleres de carrasquilla en 1958. sobre el techo de palio ovalo que recoge la advocación de la Inmaculada Concepción, obra de Manuel Seco Velasco. Manto de salida de terciopelo azul marino bordado en oro por damas lebrijanas en siglo XIX.
Hasta el año 2.003 el paso presentaba cinco varales en cada costero, obra de los talleres de Villareal en el año 1.975. En años posteriores fueron estrenados los candelabros de cola y los respiraderos realizados en el mismo taller. En los respiraderos destaca la talla en madera de las cabezas de los apóstoles obra de Rafael Barbero. La candelería fue realizada a principios de la década de los noventa por José Manuel Ramos.
En el año 2.002 se inició una restauración integral del conjunto del palio, dotándolo de un varal mas en cada costero y la ampliación de los respiraderos. Así mismo, se acometió la restauración y ampliación tanto del manto de salida como del palio y la restauración de la peana y otros elementos de orfebrería de nueva creación.
Son titulares también de esta hermandad San Juan Evangelista y la Santa Mujer Verónica.
Sobre la primera imagen podemos decir que es una imagen de talla completa labrada en madera que según la documentación existente fue adquirida en al primera mitad del SXVII, y cuya configuración estilística responde a las características icnográficas del SXVIII (su peana contiene inscrito “1714”).
Entre sus manos, en la derecha agarra un pañuelo blanco y en la izquierda una palma. En 1989 fue restaurada por le Jerezano Isaac Navarrete.
Por su parte, la Santa Mujer Verónica es una figura de candelero de principios del SXVIII, restaurada en 1978 por Rafael Barbero, porta en sus brazos el lienzo de la Santa Faz de Nuestro Señor Jesucristo.
Una vez se recoge la Hermandad de los Dolores, unas horas más tarde, a las 10 de la mañana, comienza la estación de penitencia de la Real e Ilustre Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Stmo. Cristo de la Vera-Cruz y Ntra. Sra. de Consolación. La Hermandad se fundó en el año 1265 justo después de la reconquista de Lebrija por Alfonso X el sabio, siendo por ello una de las mas antiguas de España.
A partir de esta fecha ya no tenemos más conocimientos de la Hermandad hasta el año de Nuestro Señor de 1557, cuando D. Pedro Domínguez de Jarana, dona un solar a la Hermandad de la Vera-Cruz, esquina a las calles Tetuán y Cala de Vargas, para la construcción de una capilla para la Hermandad mencionada y la bendición de la misma. Esta Ermita, desde su edificación, fue dedicada a la "Cofradía del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz", que ya en 1621 salía en procesión el Jueves Santo.
En las reglas que se conservan de 1783 aparece con el nombre de "Santísimo Cristo de la Vera-Cruz y María Santísima de Consolación", aunque sucesivamente se cambia el titulo hasta el definitivo de 1976, por el cual se la llama “Real e Ilustre Hermandad del Stmo. Cristo de la Vera-Cruz en la conversión del buen ladrón y Ntra. Sra. de Consolación” .
En el año de 1881 la hermandad del Cristo de la Vera-Cruz se fusiona con la del Buen Ladrón y Ntra. Sra. Del Rosario para evitar que esta desaparezca.
En Junio de 1976 se nombra a SM el Rey Don Juan Carlos como Hermano mayor Honorario tras aceptar la solicitud de la Hermandad, y por ello y desde entonces la Hermandad ostenta el titulo de Real.
El 29 de Septiembre de 1997, se produce el hecho más importante en la historia de la hermandad hasta la fecha, como fue el Encuentro nacional de Hermandades de Vera- Cruz de España .
No se sabe con exactitud la fecha de hechura del crucificado aunque se estima que fue durante la primera mitad del s. XVI y es atribuido al escultor flamenco Roque Balduque, la última restauración a la que fue sometido fue la llevada a cabo por el profesor Arquillo en 1979.
La Santisima Virgen es de autor anónimo y los datos sobre su hechura nos llevan a situarla sobre el año 1621, originalmente fue concebida para llevar al divino infante en sus manos, y fue la virgen con más devoción en Lebrija hasta el nombramiento de Ntra. Sra. Del Castillo como patrona de Lebrija en 1775.
El paso de Cristo fué totalmente renovado en los talleres Pineda de Sevilla en el año 2002. Está en proceso de dorado por el taller de Miguel Santana, y se estima que esté terminado en breves fechas. Es de estilo barroco- rococó y está iluminado por 6 candelabros de guardabrisas.
La Virgen de Consolación procesiona sobre paso de palio con orfebrería de Villarreal entre 1968 y 1983, siendo lo más actual la candelería que fue donada por hermanos. En cuanto a bordados las bambalinas y el techo de palio han sido bordados en hilos de oro y plata por el taller de la hermandad .El manto es blanco liso, aunque posee uno negro bordado de 1924.
Esta hermandad sale el Viernes Santo a las 10 de la Mañana y los momentos destacados son la salida, de gran dificultad, la llegada al asilo de San Andrés y la llegada al Barrionuevo donde se produce un encuentro entre los dos pasos.
En la tarde-noche del Viernes Santo hace estación de Penitencia la Hermandad del Santo Entierro, con sede en la Ermita del Castillo.
La antigua imagen del Cristo Yacente es una talla hecha según algunos expertos en el siglo XV, si miramos los documentos de la hermandad, su creación se sitúa a principios del XVII.
Esta imagen representa a cristo muerto con un sudario, en un principio estaba concebido no para ser crucificado, por este motivo se ven las diferente grietas y cortes en el cuerpo.
Esta Hermandad existe desde el año 1630 aproximadamente.
En 1753, pasa a denominarse Santo Sepulcro, antes se llemaba Hermandad del Santo Entierro, conservándose sus reglas en el Archivo Parroquial con ese cambio de nombre, aunque podría haber sido cambiada, por los problemas pasados por las hermandades en este periodo.
La hermandad, desde fechas remotas ha desfilado procesionalmente con nazarenos de las hermandades lebrijanas, además de sus hermanos. Cabe resaltar, que la unión en el cortejo procesional con la Hermandad de la Soledad es del siglo XVI según reglas de esta hermandad.
Esta Cofradía en sus años, ha tenido altibajos, pero conserva desde muchos años un número de hermanos reducidos, lo que hacen sostener la idea de una hermandad muy cerrada en sí.
El escudo de la Hermandad está formado por una Cruz con sudario, una guadaña y una lanza cruzada.
La imagen del Cristo no sale en paso, sino que es llevado en su urna por los hermanos.
La encargada de cerrar la Semana Santa lebrijana es la Hermandad y Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad. Fue fundada rebasada ya la segunda mitad del siglo XVI en la iglesia del monasterio de Santa María de Jesús, aprobando sus reglas fundacionales el señor provisor del Arzobispado, el 15 de junio de 1574.
La parroquia de Santa María de Jesús fue iglesia del convento de religiosos terceros de San Francisco cuya fundación se remonta a 1510 por fray Manuel Tablada.
Fue restaurada a finales del siglo XVIII y en 1985 fue elevada a la categoría de parroquial, ya que antes era filial de la de Santa María de la Oliva.
Los religiosos del convento eran los devotos más fervorosos de la Virgen, estando también obligados a acudir a la procesión del Viernes Santo.
Entre las fiestas más principales que la Hermandad estaba obligada a celebrar figuraba la festividad de la Transfiguración y Soledad de Nuestra Señora, el primer domingo después de Reyes, así como la del Dulce Nombre de Jesús y Nuestra Señora de la Soledad. La Hermandad estaba obligada además a celebrar las festividades de la Purificación, encarnación, Ascensión y Natividad de Nuestra Señora.
Durante los años cuarenta la Hermandad se hace con gran parte de su patrimonio, en estos años de posguerra se potencia la Hermandad gracias a la labor desarrollada en su seno por D. Ceferino Mendaro Pérez.
La única titular de esta hermandad es una talla de candelero, de autor desconocido, estimando algunos imagineros que su antigüedad data de finales del siglo XV o principios del XVI.
Ha sufrido varias restauraciones, la ultima la realizada por el imaginero de la localidad, Juan Herrera Cala en 1991, debido al mal estado de conservación, realizándole unas nuevas manos.
Procesiona al pie de la cruz en un paso de estilo barroco adquirido en el año 2002 a la Hermandad de la Vera-Cruz de Guillena. Fue tallado por Antonio Martín y lleva cartelas de plata de Manuel de los Ríos.
Cada Viernes Santo, Nuestra Señora de la Soledad se traslada hasta el Patio de los Naranjos de la parroquia de la Oliva para el acto de velación al Cristo Yacente de la hdad. del Santo Entierro y venerado en la ermita del Castillo y posteriormente realizar el recorrido procesional por las calles de Lebrija en la madrugada del Sábado Santo.
Unos cien nazarenos acompañan a esta hermandad vestidos con el hábito franciscano.