miércoles, 3 de agosto de 2011

Tesoros del Bajo Guadalquivir - El Coronil

Tras terminar de descubrir los Tesoros del Aljarafe y los Tesoros de los Alcores, llega una nueva sección, del mismo estilo, pero esta vez nos centraremos en las localidades de la comarca sevillana del Bajo Guadalquivir. Esta comarca, limítrofe con la provincia de Cádiz, engloba dentro de ella a las localidades de El Coronil, El Cuervo de Sevilla, Las Cabezas de San Juan, Lebrija, Los Molares, Los Palacios y Villafranca y Utrera.

Hoy nos centraremos en el primero de ellos, en el Coronil. En esta localidad sevillana residen dos hermandades de penitencia, la Hermandad del Nazareno, y la Hermandad de la Vera-Cruz, aunque en la actualidad solo realiza estación de penitencia ésta última.

La Hermandad del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, Nuestra Señora de los Dolores y San Juan Evangelista se funda en 1540 en una capilla a extramuros de la localidad. En esta capilla se estableció también una comunidad de Carmelitas Descalzos que posteriormente levantaron un convento junto a ella.
Los Carmelitas y la cofradía llegaron a varios acuerdos en 1692, entre ellos la cesión por parte de la hermandad de la ermita y el solar circundante a cambio de la construcción de un nuevo templo con una capilla exclusiva para la hermandad en la que recibiera culto el Cristo de la Vera Cruz.

Antiguamente el Jueves Santo se realizaba la procesión del Cristo de la Vera Cruz, la por aquel entonces llamada Virgen de la Soledad y San Juan Evangelista
Las imágenes iban sobre andas y en esta procesión de sangre los hermanos vestían túnica de ruan blanco con el escudo de la cruz verde y antifaces de lienzo blanco.
El Cristo de la Vera Cruz iba en unas andas que se sostenían con orquillas, llevaba faldilla y en la cruz un sudario de lienzo.
La dolorosa vestía de negro con valona bordada llevando en sus manos unas toallas.
En esta procesión se portaba también el estandarte y los hermanos llevaban una campanilla para pedir limosna y una canastilla para recoger cera.
A finales de la década de los 80 del siglo XVII esta procesión dejo de celebrarse.
Del pasado nos centramos en el presente, la hermandad comienza su estación de penitencia a las ocho de la noche del Viernes Santo, teniendo su entrada fijada alrededor de la primera hora de la madrugada del Sábado Santo.


El paso del Cristo tiene canastilla tallada en madera de cedro por Francisco de Mena en los años 60 y el de la Virgen fue adquirido a la hermandad de Jesús Nazareno.
El crucificado se atribuye a Martínez Montañés y se baraja que pueda ser de finales del siglo XVI.

La Virgen de los Dolores, que como ya hemos dicho antes se llamaba Soledad, es de autor desconocido del siglo XVI y restaurada por Buiza, Ordóñez y Berlanga.
Este último escultor, Francisco Berlanga, es el autor de la imagen de San Juan, quien conforma junto a la dolorosa y el crucificado el bonito retablo de azulejería que preside la capilla de la Vera Cruz.






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