Los orígenes de esta Hermandad se remontan a 1656 cuando fue fundada por el presbítero y beneficiario de la iglesia de San Bartolomé Juan de Carmona Hidalgo.
Actualmente la Hermandad reside en la Iglesia de Santiago, desde comienzo de la década de los ochenta corre con los gastos de mantenimiento del templo, cedida en uso por el arzobispado, deteniendo con ello el progresivo deterioro del mismo.
El escudo de la Hermandad está formado por una columna atravesada por dos látigos inclinados uno a cada lado.
De los cerca de dos mil hermanos con los que cuenta la Hermandad unos 400 realizan su estación de penitencia cada Jueves Santo vistiendo túnica blanca con botonadura y cíngulo azul y capa blanca con antifaz del mismo color.
La imagen del Cristo atado a la columna es una obra de Manuel García Santiago, realizado en 1789 y que sustituyó a otras dos anteriores realizadas durante el siglo XVII por Alfonso Martínes una y José de Valenzuela la otra.
Antes de salir sobre un paso la imagen era llevada a hombros de ocho hermanos, hoy lo hace sobre un paso adquirido en 1948 a la Hermandad de la Humildad de Mairena del Alcor y en el que han intervenido varios artistas, Telesforo Méndez, Antonio Díaz Fernández o Ricardo Rivera Martínes por citar algunos.
Acompañan al Cristo en el paso un sanedrita y un sayón del taller de las escuelas salesianas de la Trinidad y un centurión de Antonio Gavira. Como curiosidad también figura en el misterio un gallo de taxidermia, en recuerdo de las negaciones de San Pedro, que es renovado de vez en cuando.
La Virgen de la Paciencia es obra del escultor local Francisco Buiza que sustituyó a una dolorosa anterior de Montes de Oca tras varias reformas a la misma.
Procesiona en un paso de palio con respiraderos de José Jiménez Jiménez y reformados en el taller de Hijos de Juan Fernández, peana de Manuel de los Ríos, candelería de Hijos de Juan Fernández, bambalinas de Juan Manuel Rodríguez Ojeda bordadas con hilos de oro y que pertenecieron a la Hermandad del Calvario de Sevilla y a la de Jesús Nazareno de Lora del Río.
Los respiraderos bordados por las religiosas clarisas de Carmona completan este completo paso de palio.
Del Jueves Santo nos vamos al Viernes Santo, día en que procesiona la Antigua y Real Hermandad de Ánimas Benditas y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia y María Santísima de los Dolores de la monumental ciudad de Carmona.
Nos encontramos ante una corporación de gran arraigo popular en esta población, establecida en la parroquia de San Pedro, uno de los muchos templos de esta ciudad y de magno valor cada uno de ellos.
La actual corporación es fruto de la fusión en 1958 de dos hermandades, la Antigua y Real Hermandad de las Benditas Animas del Purgatorio y del Santo Rosario de Nuestra Madre y Señora de la Antigua y la Fervorosa Hermandad y Cofradía de nazarenos de la Humildad de Nuestro Señor Jesucristo en el Sagrado Lavatorio de su Paciencia en la espera de su crucifixión y de los acerbos Dolores de Santa María, siempre Virgen, fundada en 1567 la primera y 1604 la segunda.
El Cristo de la Humildad y Paciencia es una obra de autor desconocido atribuido al escultor José Montes de Oca.
Esta imagen tiene una notable fuerza expresiva en su rostro, algo bastante propio de la producción artística del mencionado artista.
Procesiona en un paso realizado por Antonio Vega Sánchez y dorado por José Herrera Acosta y Ángel feria Ruiz adquirido a la hermandad homónima de Mairena del Alcor.
Los cuatro ángeles pasionarios son del siglo XVIII atribuidos a Pedro Roldan.
Actualmente la imagen del Señor procesiona solo en el paso, hasta la década de los años ochenta iba acompañado por dos figuras, un romano y un sayón.
La imagen de la Virgen de los Dolores también esta atribuida a José Montes de Oca, tal y como hemos comentado en el caso del Señor, la angustia y dramatismo en el rostro de la dolorosa la acercan al escultor sevillano del XVIII.
Su paso de palio es un rico conjunto en el que se mezcla el terciopelo negro con la plata, es de los denominados de cajón y lleva respiraderos y varales realizados en 1971 en los talleres de Hijos de Juan Fernández, coincidiendo en fecha y autor la cestería que remata las bambalinas, estas ultimas están confeccionadas siguiendo los modelos dieciochescos en el taller de Antonio López Ortiz.
La peana es de plata confeccionada en la primera mitad del siglo XVIII decorada con motivos vegetales y florales, formando una autentica obra de una estricta estética barroca.
La hermandad procesiona durante la tarde del Viernes Santo desde 1997, hasta ese año procesionaba en la mañana de dicha jornada.
El escudo de la hermandad lo forma la cruz de animas y a sus lados un ovalo, en uno de ellos la corona de espinas y los tres clavos y en el otro un corazón con los siete puñales, rodea todo ello el toisón de oro y remata la corona real.
Los nazarenos visten túnica blanca de cola, antifaz blanco, cinturón de esparto y zapatos o sandalias negros con calcetín blanco.
El Viernes Santo procesiona por las calles de la Villa de Carmona la Hermandad de los Primitivos Nazarenos de Carmona, Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores, establecida canónicamente en la parroquia de San Bartolomé.
La Imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno es una portentosa obra realizada por Francisco de Ocampo en 1607 considerada como una de sus mejores obras, esta realizado como el de la Candelaria y para su salida procesional porta potencias de plata con la peculiaridad de que la corona de espinas también está realizada en el mismo metal.
Carga sobre sus hombros cruz de carey y plata ayudado en su caminar hacia el monte calvario por la imagen de Simón de Cirineo, talla igualmente de gran valor realizada a finales del siglo XVII en el taller de Pedro Roldán.
El novedoso paso que se estrenó en la pasada Semana Santa, es obra de Juan Lacomba. El canasto está enmarcado en dos frisos de plata. En la base de dicha cornisa van escritas citas bíblicas extraídas de los Salmos, el libro de Isaías y epístolas de Pedro y Pablo. Cinco esferas doraads sirven de base a la canastilla y la unen al paso, creando un vacío entre unas y otras que dotan de mayor dinamismo a la composición. El paso va lacado en rojo. El dorado de las esferas y hemisferas cóncavas y convexas es de pan de oro de la máxima calidad. Los faldones son de terciopelo morado, creando una magnífica composición de colores. En su parte superior los faldones, incorporan un respiradero conseguido mediante un entrelazado geométrico de galones dorados de distinto calibre.
En el segundo paso, portado por 24 costaleros, procesiona la Virgen de los Dolores, imagen realizada en 1696 por el escultor José Felipe Duque Cornejo y encarnada por Francisca Roldán. Para la salida procesional esta imagen viste saya negra bordada en oro por las hermanas Antúnez, tocado de encaje de Bruselas en el que se clava un puñal de plata sobredorada de gran valor artístico realizado a finales del siglo XVIII y manto en terciopelo negro bordado adquirido en 1908 a la hermandad de la Esperanza de Triana.
Este paso de palio es de los más antiguos que procesionan en la actualidad por la geografía sevillana, esta realizado en plata y combina piezas realizadas por distintos orfebres entre los siglos XVII y XVIII con otras de reciente realización como las jarras y faroles salidos del taller de Orfebrería Villarreal.
Los faldones están realizados en terciopelo negro con bordados de Rodríguez Ojeda, las bambalinas están realizadas también con terciopelo negro y en ellas se puede leer con letras de plata la profecía del anciano Simeón: TVAM IPSIUS ANIMAM PERTRANSIBIT GLADIVS.
Otros enseres que destacamos de esta cofradía son la cruz de guía, realizada en madera de caoba con cuatro cruces de plata formando la Santa Cruz en Jerusalén y extremos rematados por cantoneras con el INRI en la parte superior también en plata, Senatus bordado en oro sobre terciopelo morado obra de Juan Manuel Rodríguez Ojeda y Cruz parroquial de plata sobredorada de Francisco de Alfaro documentada a finales del siglo XVI.
Los nazarenos que acompañan esta cofradía, alrededor de 200 visten túnicas negras y antifaz morado con cinturón ancho de esparto, también forma parte del cortejo un muñidor, que acentúa aun más el carácter de silencio de esta hermandad, esta persona se conoce en la hermandad que forma parte de la cofradía desde principios del s. XVIII.
Del Viernes Santo nos vamos al Sábado Santo, día en que procesiona la Real Hermandad del Santo Entierro de Cristo Nuestro Señor y María Santísima de la Soledad tiene su sede en la Iglesia de Santa Ana de la monumental localidad de Carmona.
Estamos ante una hermandad con una profunda huella artística de uno de los imagineros más prolíficos del siglo XX y natal de esta localidad en la que hoy nos encontramos, Francisco Buiza Fernández.
Con fecha del 19 de diciembre de 1971 fue fundada esta hermandad en la parroquia de San Pedro, desde donde realizó su primera estación de penitencia cuatro años más tarde, el Sábado Santo de 1975.
En 1976 se traslada a la Iglesia de Santa Ana, declarada monumento histórico artístico en 1978.
El Cristo Yacente fue realizado por el citado escultor en 1974 y su primer boceto fue presentado en las fiestas patronales de ese año.
También son de Buiza las tallas de Nicodemo y José de Arimatea que junto a la Virgen de la Soledad tallada por el mismo en 1972 forman el misterio del traslado al sepulcro que en su boceto original contaba también con las imágenes de San Juan Evangelista y María Magdalena pero que la prematura muerte del artista truncó su realización.
El paso de esta cofradía fue adquirido a la hermandad sevillana de la O en 1976 y es en el que cruzó el puente de barcas el Nazareno en 1830.
Posteriormente se le realizaron algunas modificaciones y añadiéndosele cartelas con imágenes relacionadas con la localidad carmonense.
Por ultimo decir que el escudo de la hermandad esta compuesto por una cruz con el sudario y a los pies la urna fúnebre, rodea todo ello una corona de espinas rematada por la corona real.