jueves, 22 de septiembre de 2011

Tesoros del Bajo Guadalquivir - Utrera (y II)

Seguimos en Utrera, y pasamos al Miércoles Santo, día de salida de la Ilustre Hermandad de Nuestro Padre Jesús atado a la columna, María Santísima de la Paz y San Pedro Príncipe de los Apóstoles.

Hermandad establecida canónicamente en la parroquia de Santa María de la Mesa, la talla del Cristo es venerada en un retablo propio  en la capilla de los Gordillos y en la antigua capilla de San Pedro la Virgen de la Paz.

Más conocida como Los Aceituneros, fue fundada en 1959 por un grupo de jóvenes del gremio de la aceituna que comenzaron a rendir culto a una imagen de Jesús atado a la columna junto a un busto de dolorosa que habían sido cedidos en deposito por el párroco.

En Febrero de 1960 fueron aprobadas por parte de la autoridad eclesiástica sus reglas, en la cuaresma de ese mismo año se celebraron los primeros cultos a Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna, finalizando el último día con la bendición de la imagen de María Santísima de la Paz, imagen antigua de autor anónimo restaurada por el imaginero Pedro Hurtado.

La imagen de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna es una obra que con gran calidad artística se ha atribuido durante mucho tiempo a Francisco Antonio Ruiz de Gijón, aunque recientes estudios atribuyen su hechura a Benito de Hita y Castillo, al igual que la pequeña Dolorosa que recibía culto en su altar.


En 1987, el escultor sevillano Manuel Ramos Corona realiza la nueva imagen de la dolorosa.

La Stma. Virgen tiene dedicada una barriada en Utrera, que visitó en andas el día de su inauguración, justo al lado de la antigua plaza de toros, hoy solar.

La pasada cuaresma de 2005, un cirio encendido cayó sobre la Virgen durante la celebración de los cultos, la rápida actuación de las personas allí presentes evitó que la imagen sufriera daños mayores, sufriendo solamente algunos desperfecto en la policromía que fueron subsanados con gran rapidez por su autor Ramos Corona, con el fin de que la imagen pudiera procesionar en Semana Santa.

El paso de Cristo se estrenó en 2003, está realizado en madera de cedro siguiendo el estilo Rococó e inspirado en el retablo donde se venera la imagen, obra del tallista Antonio Ibáñez, va iluminado por cuatro faroles en plata de ley, obra del orfebre Manuel de los Ríos.

El paso de María Santísima de la Paz tiene peana, candelería, varales, candelabros de entrevarales y candelabros de cola realizados en Orfebrería por los talleres de hijos de Juan Fernández, así como respiraderos del taller de Villarreal.









Pasamos a la tarde del Jueves Santo, donde procesiona la segunda parte de la Hermandad de la Trinidad, con el Cristo de los Afligidos y la Virgen de los Desamparados.


El Santísimo Cristo de los Afligidos es un Crucificado cuyos rasgos estilísticos permiten catalogarlo dentro del círculo montañesino. Su rostro irradia cierta serenidad y elegancia aunque su dulce morir lo aleja del espíritu trágico de tan violenta muerte. Habida cuenta de la gran similitud que guarda con otras imágenes del imaginero José Montes de Oca, han conferido ciertos investigadores su autoría a la producción de dicho artista.

El actual paso neobarroco del Santísimo Cristo de los Afligidos es producto de varios proyectos y labor de diferentes artistas, El canasto está decorado a base de hojarascas con incursión de cartelas entre las que debemos destacar la central que representa el misterio de la Santísima Trinidad. La labor de su talla, junto con el de las cuatro águilas bicéfalas que flanquean sus esquinas, se deben a Antonio Martín.


La talla de los respiraderos, las cuales corresponden al proyecto inicial del paso, las realizó Antonio Alguacil. Posteriormente, en ellos han sido insertados pequeños bustos de los Evangelistas, tallados por Paz Vélez.

La Virgen de los Desamparados fue realizada por Sebastián Santos, bendecida por el párroco de Santiago don Francisco de Paula Hernández Fuentes.

El paso de palio tiene bordados en oro sobre terciopelo azul, confeccionado en los propios talleres de bordados de la Hermandad y sus respiraderos, ánforas y crestería, son obra del orfebre sevillano Luis Jiménez de 1973.







Del colorido de la Hermandad de la Trinidad pasamos a la austeridad y recogimiento al ver pasar a la Pontificia e Ilustre hermandad Sacramental de la Inmaculada Concepción y Ánimas Benditas y Cofradía de nazarenos del Santo Cristo de Santiago, Nuestro Padre Jesús Cautivo y Nuestra Señora de las Lagrimas, con sede canónica en la parroquia de Santiago.

Más conocida como El Silencio, por la seriedad que mantiene la Hermandad en la calle, es la unión de varias hermandades que residían en la Iglesia de Santiago, en esta iglesia una noche de 1953 en la adoración nocturna de Santiago se ideó la creación de una hermandad de penitencia que rindiera culto al Divino Redentor Cautivo y la Virgen de las Lagrimas, añadiéndose posteriormente al patrón de Utrera el santísimo Cristo de Santiago.

Una vez decididas las advocaciones se adquiere una imagen de Jesús Cautivo de Olot, bendecida en 1955 una vez aprobadas las reglas como hermandad de penitencia.


Esta imagen se sustituyó en 1957 por otra realizada por José Paz Vélez que representa a Jesús maniatado después de su prendimiento, consiguiendo la hermandad poder dar cultgo a una imagen al más puro estilo sevillano, depositando la anterior en el convento de las carmelitas de Utrera.

Esta imagen, que ni decir tiene su gran parecido al Cautivo de Santa Genoveva de Sevilla procesiona sobre paso neobarroco realizado en metal plateado, con cartelas pasionarias doradas con aires al de Jesús de Pasión, tambien de Sevilla.

Está iluminado por cuatro faroles y porta en la delantera de la canastilla una capilla con la Virgen de Consolación, patrona de la localidad, todo el conjunto elaborado en los talleres de Don Pedro Luis Angulo, en Lucena.

La imagen de la Virgen de las Lagrimas, de gran belleza en su rostro, es obra del escultor Luis Alvarez Duarte realizada en 1973 que sustituiría a una anterior realizada en 1958 por José Paz Vélez.

Procesiona sobre paso de palio de estilo neobarroco, realizado por Don Manuel de los Ríos, de Orfebrería Andaluza de Sevilla y palio bordado en los talleres de Don José Ramón Paleteiro.

El otro titular y que no procesiona es el milagroso Santísimo Cristo de Santiago, crucificado de estilo tardogótico considerado como el patrón de Utrera después de salvarla en el siglo XVII de una gran sequía.

La Estación de Penitencia la realiza esta hermandad en la noche del Jueves Santo, no lleva acompañamiento musical en ninguno de los pasos y sus nazarenos visten antifaz y túnica de cola con cinturón de esparto.







Llega la Madrugá a Utrera, y con ella, el cante y las saetas gitanas a su hermandad, la Fervorosa e Ilustre Hermandad de Penitencia del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, Nuestra Señora de la Esperanza, Nuestra Señora del Rosario y Beato Ceferino Mártir.

Más conocida como Los Gitanos, fue fundada el 30 de abril de 1956, recibiendo el 30 de septiembre de ese mismo año la aprobación eclesiástica de sus Reglas, realizando por primera vez Estación de Penitencia, la Madrugada del 19 de abril de 1.957, Viernes Santo, tan solo con un paso en el que figuraba el Stmo. Cristo de la Buena Muerte.

En la Madrugá del año siguiente, 1958 acompaña al Stmo. Cristo, el paso de palio con la Virgen de la Esperanza.

El escudo de la corporación está formado por dos ramas de laurel cerradas arriba por una corona de espina rodeando todo, un ancla - símbolo de la Esperanza- rematado en cruz - atributo de la muerte de Cristo- y el cápelo cardenalicio, símbolo de la dignidad cardenalicia de que goza esta Hermandad.


En 1.997 con motivo de su Beatificación el 4 de mayo, la hermandad aprueba en Junta General la modificación de las Reglas, para incluir entre sus Titulares al Beato Ceferino Jiménez Maya junto a la Virgen del Rosario, en prueba del amor del Beato a esta advocación mariana.

En un principio la hermandad rendía culto al beato con un cuadro y posteriormente con una imagen realizada por la imaginera utrerana Encarnación Hurtado Molina, bendecida el 10 de mayo de 1.998 por el Obispo de Jerez de la Frontera, D. Rafael Bellido Caro, en el transcurso de la primera congregación de Hermandades de los Gitanos de la Diócesis de Sevilla.

El Stmo. Cristo de la Buena Muerte es un Crucificado realizado en madera de ciprés policromada de tamaño menor del natural de principios del siglo XVII, en la actualidad continúa siendo obra anónima.

El popular Cristo de los Gitanos de Utrera procesiona en un paso neobarroco cuyo canasto y respiraderos fueron tallados en los talleres Ibáñez y Pineda con cartelas y evangelistas tallados por el escultor Ángel Rengel.


La imagen de Ntra. Sra. de la Esperanza fue donada a la Hdad. por el anticuario jerezano, afincado en Utrera, D. Guillermo Barbosa en el año de 1.957. El 15 de Diciembre de ese mismo año fue bendecida y pasó a recibir culto.

Es una escultura de candelero hecha para ser vestida realizada en 1953 por el escultor jerezano José Moreno Alonso, muy rehecha en la actualidad por Luis Álvarez Duarte quien la retalló y le aplicó nueva policromía consiguiendo imprimirle su actual fisonomía.

Esta imagen procesionó de manera extraordinaria por las calles de Utrera el pasado 30 de Septiembre con motivo del cincuentenario fundacional de esta hermandad.

El palio de esta dolorosa está bordado en oro sobre terciopelo verde confeccionado por las propias hermanas siguiendo el diseño de José Ramón Paleteiro. La orfebrería de este paso es en su conjunto una obra realizada en los talleres de Villarreal.

La imagen de Nuestra Señora del Rosario es una artística imagen del siglo XVI de una extraordinaria importancia histórica, ha sido restaurada en el año 2005 por el restaurador Utrerano, D. Sebastián Martínez Zayas, limpiándola de los innumerables repintes a los ha que había sido sometida a lo largo de los últimos siglos.

Esta escultura proviene del desaparecido Convento de Santo Domingo, y fue nombrada Patrona de la Villa 1.585.









En la mañana del Viernes Santo, sale la segunda parte de la Hermandad de Jesús Nazareno, ésta vez con los pasos de Ntro. Padre Jesús Nazareno y Ntra. Sra. de las Angustias.


La imagen de Jesús Nazareno, primer titular de la hermandad que vamos a describir esta tallado en cabeza, pies y manos por el escultor Marcos Cabrera en 1597.

En el siglo pasado se le realiza una profunda intervención a cargo de José Rodríguez Rivero Carrera quien le realiza parte del cuerpo.

Esta imagen tiene rostro de expresión serena y resignada que podemos catalogarla como una imagen cuyas características la acercan al estilo manierista. Procesiona sobre un paso de estilo neobarroco tallado en 1991 por el conocido Manuel Guzmán Bejarano el cual lleva a lo largo de su canastilla y respiraderos numerosos ángeles y arcángeles y se ilumina por cuatro faroles de plata de Orfebrería Triana y candelabros de guardabrisas.

Ayuda al nazareno a cargar con su cruz de carey de fines de XVII la imagen de Simón de Cirene, obra de Francisco Escamilla.  

La Virgen de las Angustias es talla anónima de fines del siglo XVI o principios del XVII, y podría tratarse de la titular de la extinguida hermandad de la Soledad y Santo Entierro del Convento del Carmen.

De esta primitiva imagen nos referimos solo a la cabeza, ya que los varios juegos de manos que posee esta imagen fueron realizados con posterioridad.

Su paso de palio es de alpaca plateada realizado en varios talleres sevillanos, el palio de malla bordada en oro fue confeccionado en 1923 en el taller de Juan Bautista Gimeno.










El Viernes Santo tarde realiza estación de penitencia desde la Iglesia de San Francisco la Antigua Hermandad y Archicofradía de la Santa Vera Cruz, Santo Entierro de Cristo, Nuestro Padre Jesús atado a la columna y Nuestra Señora de los Dolores de Utrera. Esta corporación  es fruto de la fusión a finales del siglo XIX de dos hermandades, la de la Santa Vera Cruz y la de Nuestra Señora de la Soledad y Santo Entierro.

La primera, cuyo origen se remonta al siglo XIII estuvo establecida en el antiguo convento de San Francisco, a las afueras del pueblo y donde hoy se encuentra el cementerio.

Esta hermandad de sangre realizaba su estación de penitencia el Jueves Santo con una imagen del Señor Crucificado y una dolorosa.

La cofradía de la Soledad y Santo Entierro se le aprueban sus primeras reglas en 1560 estableciéndose en el convento del Carmen de las veredas, a esta hermandad pertenecían los miembros de las familias mas distinguidas de la villa y que cumplían con su anual estación de penitencia en la tarde del Viernes Santo.

Era una cofradía con hermanos de luz y sangre que llego a tener hasta cuatro pasos, el de la Santa Cruz con el sudario, el del Cristo Yacente en una urna, la Virgen de la Soledad y hasta una canina.

Hoy en día nos encontramos ante una de las hermandades con mayor arraigo de Utrera que se encuentra establecida en la iglesia de San Francisco, templo construido por los jesuitas entre 1645 y 1652.

La hermandad realiza dos salidas procesionales en Semana Santa, la primera de ellas el Viernes Santo con el paso de Cristo atado a la columna, imagen del ultimo tercio del XVII relacionado con el taller de Pedro Roldan al que acompañan en el paso dos sayones, un sanedrita y un soldado romano de Castillo Lastrucci junto a otro romano de realización más reciente.

Todas estas imágenes recorren Utrera sobre un gran paso conocido cariñosamente como El Portaaviones, por su gran longitud, y que esta hermandad adquirió en 1971 a la hermandad sevillana de la Esperanza de Triana.

Tras el paso de misterio procesiona la Virgen de los Dolores en un palio bordado en oro sobre terciopelo negro adornado con sedas de colores confeccionado por las hermanas Antúnez y también con pasado trianero al pertenecer a la Virgen del Patrocinio de la hermandad del Cachorro.











Tras la Vera-Cruz, y ya anocheciendo, hace estación de penitencia La Hermandad de Penitencia y Cofradía de nazarenos del Santo Crucifijo de los Milagros, María Santísima de la Concepción y San Miguel Arcángel. La Hermandad fue aprobada canónicamente el Miércoles de Ceniza del pasado año 2007, teniendo establecida su sede en la parroquia de Santa María de la Mesa de la querida localidad de Utrera.

Es el Cristo de los Milagros una imagen de crucificado del último tercio del siglo XVI, teniendo durante mucho tiempo hermandad propia que desapareció con el transcurrir de los tiempos.

Se cree que la imagen, desde que fue esculpida, estuvo en la desaparecida ermita de Santa Catalina, situada en la "calle de los negros". La iglesia primitivamente tuvo tres altares. En el principal de ellos se veneraba a Santa Catalina.

A finales del siglo XVII se trasladó a ella la cofradía de San Miguel, compuesta por los jueces, abogados, escribanos y gente de la curia de la Villa. Esta hermandad, fundada en la ermita de San Miguel del Campo había cambiado de sede por la distancia que tenía a que recorrer en su estación de penitencia, dejando allí el que había sido su titular, el Cristo de las Aguas.

Instalada en Santa Catalina, la hermandad tomó como nuevo titular al Cristo de los Milagros, efectuando su estación de penitencia el Miércoles Santo.

Poco antes de la demolición por ruinas de este templo a principios del siglo XX el Cristo fue trasladado a la parroquia de Santa María donde ocupó un altar inmediatamente a la Capilla Bautismal, como hoy puede verse.

Además del habitual vía crucis que realiza cada año por los alrededores del templo, el pasado Viernes Santo procesionó por primera vez dentro de un cortejo penitencial de Semana Santa, haciéndolo en esta ocasión sobre una parihuela creada especialmente para aquella jornada.

Esta imagen ha sido restaurada recientemente en los talleres de bienes culturales Proarte.

El pasado 18 de noviembre la hermandad celebró un cabildo extraordinario para decidir cuál sería la imagen que representara a la Virgen titular de la cofradía.

Finalmente se decidió que esta fuera la que se encuentra en el retablo junto a la talla del Cristo, bajo la advocación de María Santísima de la Concepción.

Según el escultor utrerano Sebastián Martínez Zayas, quien restauró hace poco tiempo a la dolorosa, ésta data de 1756, está realizada en terracota y se atribuye al círculo del sevillano Cristóbal Ramos.

La imagen ya formó parte de la antigua hermandad de los Milagros, cuando ésta se encontraba en la capilla de Los Negros.







La Semana Santa en Utrera se cierra el Sábado Santo, con la salida de la Hermandad de la Vera-Cruz, esta vez con los titulares del Santo Cristo Yacente y la Virgen de los Dolores.

El Cristo Yacente va en una urna portada por ángeles policromados encadenados por guirnaldas.

El canasto esta tallado en madera con ornamentación ejecutada a base de hojarascas, conjugadas con cabezas de querubines y medallones plateados, obra de Antonio Castillo Lastrucci.

En esta jornada vuelve a procesionar la dolorosa en su mismo paso pero en esta ocasión con palio de guipur y azabache, estrenado en 1968 todo de color negro al igual que el manto, aumentando el carácter luctuoso o fúnebre de esta jornada.






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