sábado, 31 de marzo de 2012

Un intento en vano

Nada define el dia de hoy mejor que su nombre: Viernes de Dolores. La Misión, Padre Pío, Cristo de la Corona y Pasión y Muerte decidieron quedarse en casa, mientras que Pino Montano y Bellavista, en Sevilla y la Hermandad de los Ángeles de San Juan de Aznalfarache, hicieron un intento en vano por salir a sus calles.

El día comenzaba nublado, pero al mediodía parecia que cambiaba todo, saliendo incluso el Sol, pero a medida que pasaba la jornada se iban confirmando las previsiones meteorológicas que días atrás auguraban lo que iba a suceder.

En la capital hispalense, la primera en decidir era la Hermandad de Pino Montano, quien decidía retrasar su salida una hora. Poco tiempo después la Hermandad de la Misión, en Heliópolis, y la de Padre Pío decidían también retrasar la salida una hora. Cumplida esa hora, Padre Pío era la primera en anunciar que este año se quedaban en casa, mientras que Pino Montano y La Misión decidían agotar la prórroga y volver a retrasar una hora más su salida. Mientras, en Bellavista, la Hermandad de la Salud también decidía retrasar una hora su salida.

Tras finalizar esa prórroga, en Heliópolis se confirmaba la triste noticia de que la Misión no saldría por su barrio, mientras que las hermandades de Pino Montano y Bellavista se arriesgaban y echaban a sus pasos a la calle, ante la sorpresa de todos los congregados.

La noticia llegaría una hora después cuando, al apretar la lluvia, volvían tras sus pasos, aguando así una triste jornada, que sería rematada con la noticia de que Pasión y Muerte, de Triana, y el Cristo de la Corona, confirmaban sobre las 21h. que no saldrían este año.

Por su parte, en nuestra localidad, San Juan de Aznalfarache, la gente esperaba ansiosa el comienzo de nuestra Semana Santa, que al final se vio truncado por la dichosa lluvia. Sobre las 19h. la Hermandad decidía prorrogar su salida hasta las 20:30h, pero esperar tanto les pasó factura, teniendo que esperar hasta cerca de las 21:15h. para echarse a las calles de San Juan. Aún Chispeando, salía el misterio de Ntro. Padre Jesús de la Humildad, quien a los sones de El Sentir de un Padre, y El Refugio de una Madre, interpretadas por la banda de Cornetas y Tambores Amor de Cristo, reviraba enfilando la cuesta camino de la Avenida de Mairena. Poco tiempo después, la lluvia apretaba, lo que hizo al Señor volver tras sus pasos, que a los sones de la marcha La Valiente, volvia a entrar en la Capilla del Rocío ante la atenta mirada de su Madre, la Reina de los Ángeles.

Así terminaba una triste jornada de Viernes de Dolores, en la que hacía 23 años que no caía una sola gota. Ahora solo queda esperar a que el tiempo mejore, que todavía nos quedan muchos días por delante.

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